A don Eduardo Chunga, el profe, lo conocí de la manera menos pensada, en un momento de esos en que, alejado de tus “investigaciones”, sólo quieres tomar, bailar y reír en una fiesta serrana.
Quincena de octubre en Frías y el pueblo estaba vestido de morado. Serían tres días llenos de fervor, misticismo, y todas esas cosas que se dicen para describir una Festividad Patronal. Yo había llegado de improviso, un miércoles un amigo de la zona me había...