Siempre he creído que el trabajo más completo y profesional hecho en el mundo cumbiero peruano, es el de la orquesta Agua Marina (Sechura, 1976). Desde la calidad musical -en grabación, arreglos y presentación-, pasando por la complejidad de la empresa -que, más allá de ser una "orquesta de cumbia", se trata de una firma dedicada a la organización y management de espectáculos de toda índole-, hasta llegar a la sobria y calculada exposición mediática de sus integrantes, los cuales nunca, en más de tres décadas, han estado envueltos en algún caso polémico -llámese juicio de alimentos, manutención de cinco mujeres, violación de fans, plagios o padrinazgos mal habidos-.
Evolución trata de rendirle homenaje a eso mismo, a la evolución del grupo, no la evolución económica o de estatus social, sino la multidimensional, la metamorfosis del colectivo en todos sus sentidos.
Evolución cultural y organizacional. La carátula del disco es una clara muestra de esa primera orgullosa intención; el mostrarle al público los instrumentos utilizados hace treinta años. El efecto psicológico que puede llegar a causar ver la austeridad logística de hace tres décadas mientras se escucha el complejo track n° 7, es impresionante.
Evolución musical. Otra gran avance expuesto. Sentémonos y hagamos la odiosa comparación. Reproduzca esa canción que suena a antigua, a la que le suena la aguja del tocadiscos e identifique la sencilla instrumentación: un bajo, unos timbales, una guitarra, una conga y una torre con dos teclados suenan timidamente, hay alegría, hay sabor, pero le falta algo, ¡vamos señores!, es 1985, la gente está joven, está aprendiendo. Vuelva a abrir el winamp, póngale pausa a Sirena del amor y regrese a este humilde blog, reproduzca el tema n° 2 adjunto al post, súbale el volúmen a su sistema de sonido 5.1, y reviente las lunas de la casa de la vieja fregada de al frente con el baby bass de don José Quiroga. Eso es Evolución, porque los años no pasan en vano, y como suele decir el dicho: En más vieja está la gallina, mejor será el caldo.
Agua Marina, como en 1976, el Poder Musical del Perú.
Ahora termine de bailar y salga a hablar con la vieja, le está tocando la puerta.
Evolución trata de rendirle homenaje a eso mismo, a la evolución del grupo, no la evolución económica o de estatus social, sino la multidimensional, la metamorfosis del colectivo en todos sus sentidos.
Evolución cultural y organizacional. La carátula del disco es una clara muestra de esa primera orgullosa intención; el mostrarle al público los instrumentos utilizados hace treinta años. El efecto psicológico que puede llegar a causar ver la austeridad logística de hace tres décadas mientras se escucha el complejo track n° 7, es impresionante.
Evolución musical. Otra gran avance expuesto. Sentémonos y hagamos la odiosa comparación. Reproduzca esa canción que suena a antigua, a la que le suena la aguja del tocadiscos e identifique la sencilla instrumentación: un bajo, unos timbales, una guitarra, una conga y una torre con dos teclados suenan timidamente, hay alegría, hay sabor, pero le falta algo, ¡vamos señores!, es 1985, la gente está joven, está aprendiendo. Vuelva a abrir el winamp, póngale pausa a Sirena del amor y regrese a este humilde blog, reproduzca el tema n° 2 adjunto al post, súbale el volúmen a su sistema de sonido 5.1, y reviente las lunas de la casa de la vieja fregada de al frente con el baby bass de don José Quiroga. Eso es Evolución, porque los años no pasan en vano, y como suele decir el dicho: En más vieja está la gallina, mejor será el caldo.
Agua Marina, como en 1976, el Poder Musical del Perú.
Ahora termine de bailar y salga a hablar con la vieja, le está tocando la puerta.
!Agua Marina, el poder musical del PErú! eso sonó muy bien.
ResponderEliminarEs una buena crítica sobre este grupo piurano, el único que no se ha visto en escandalos, ni de plagios. No pensé que serían tan antiguos, desde el 76 eso si que es saber mantenerse. Y muy aparte que se deba a la seriedad o digamos a la tranquilidad de sus integrantes, también está lo profesional, como empresa. Muy bueno mi estimado. Siga con los estudios cumbiamberos. Y creo que ya se debería empezar a llamar; Agua Marina, el poder musical del PErú.
Richard