Evolución trata de rendirle homenaje a eso mismo, a la evolución del grupo, no la evolución económica o de estatus social, sino la multidimensional, la metamorfosis del colectivo en todos sus sentidos.
Evolución cultural y organizacional. La carátula del disco es una clara muestra de esa primera orgullosa intención; el mostrarle al público los instrumentos utilizados hace treinta años. El efecto psicológico que puede llegar a causar ver la austeridad logística de hace tres décadas mientras se escucha el complejo track n° 7, es impresionante.
Evolución musical. Otra gran avance expuesto. Sentémonos y hagamos la odiosa comparación. Reproduzca esa canción que suena a antigua, a la que le suena la aguja del tocadiscos e identifique la sencilla instrumentación: un bajo, unos timbales, una guitarra, una conga y una torre con dos teclados suenan timidamente, hay alegría, hay sabor, pero le falta algo, ¡vamos señores!, es 1985, la gente está joven, está aprendiendo. Vuelva a abrir el winamp, póngale pausa a Sirena del amor y regrese a este humilde blog, reproduzca el tema n° 2 adjunto al post, súbale el volúmen a su sistema de sonido 5.1, y reviente las lunas de la casa de la vieja fregada de al frente con el baby bass de don José Quiroga. Eso es Evolución, porque los años no pasan en vano, y como suele decir el dicho: En más vieja está la gallina, mejor será el caldo.
Agua Marina, como en 1976, el Poder Musical del Perú.
Ahora termine de bailar y salga a hablar con la vieja, le está tocando la puerta.