
Siempre he creído que el trabajo más completo y profesional hecho en el mundo cumbiero peruano, es el de la orquesta Agua Marina (Sechura, 1976). Desde la calidad musical -en grabación, arreglos y presentación-, pasando por la complejidad de la empresa -que, más allá de ser una "orquesta de cumbia", se trata de una firma dedicada a la organización y management de espectáculos de toda índole-, hasta llegar a la sobria y calculada exposición mediática...